Anticristo de Lars von Trier

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Jesús Miguel Sáez-González

Resumen

La naturaleza de los cuerpos entregados, uno contra otro levitando, es el instinto, nada sabemos sobre la razón, que es el amor que sedimenta, entre unas notas del Aria Rinaldo de Haendel, solo jadeo mudo, unas imágenes como instantáneas ralentizadas en blanco y negro, simultaneas a la tragedia que se avecina; la muerte del infante.

No hay reglas, se advierte en el prólogo, la agitación de los cuerpos violenta la naturaleza (hasta adquirir en su desarrollo visual un marcado tono desgarrado cercano a la pintura de Max Ernest, procurando obtener un matiz hiperrealista de carácter onírico gracias a las posibilidades que se obtienen de la cámara Phatom HD que altera la velocidad de la imagen, por tanto la puesta en escena actúa como un personaje más, ya que participa activamente en la activación del drama in crescendo, al mismo tiempo que las criaturas parlantes del bosque, cual personajes shakesperianos anuncian el caos), buscando la irracionabilidad frente a la razón y la virtud (representada en principio por la ciencia y el humanismo del hombre frente al impulso femenino) - más allá de las emociones innatas propensas a la aflicción, la culpabilidad bergmaniana y el dolor tras la ausencia del hijo amado-, confabulando el sadismo que se produce dentro de ese contexto, donde la tragedia doméstica se trasforma en horror, atrocidad y mutilación como representación primigenia del mal, por cuyos capítulos encadenados; a continuación; desciende el matrimonio hacia el infierno, enfrentados bajo la violencia castrante de los miedos, que son la angustia; de esta manera subvirtiéndose los conceptos bíblicos sobre la fábula del Edén y los primeros padres Adán y Eva, quién aquí se torturan dentro del frondoso paraíso hasta la extenuación, no solo moral, sino físicamente hasta lo inimaginable de soportar, quizás subrayándose un carácter misógino (de la mujer que se rebela contra el icono impoluto del hombre) que podría partir del melodrama Strindbergiano, solo que aquí busca la provocación hasta límites no permitidos, es decir ratificando el exterminio en un mundo sin Dios, que se toma la maldad como venganza y el castigo como deber sagrado, mediante un dilatado desarrollo extremista, que manipula las emociones y las expectativas (insertos deformantes como alucinaciones, ruido visual y sonoro); hasta la siniestra catarsis última como liberación.

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Cómo citar
Sáez-González, Jesús Miguel. 2009. «Anticristo De Lars Von Trier». Vivat Academia, n.º 108 (septiembre):62-63. https://doi.org/10.15178/va.2009.108.62-63.
Sección
Reseñas