http://doi.org/10.15178/va.2018.142.79-96
INVESTIGACIÓN
LO PERSONAL ES POLÍTICO: UN BEBÉ EN LA SESIÓN DE CONSTITUCIÓN DE LAS CORTES GENERALES. EL TRATAMIENTO TELEVISIVO DEL CASO DE CAROLINA BESCANSA Y SU HIJO. (13 DE ENERO DE 2016)
THE PERSONAL IS POLITICAL: A BABY IN THE SESSION OF CONSTITUTION OF THE GENERAL COURTS. THE TELEVISION TREATMENT OF THE CASE OF CAROLINA BESCANSA AND HER SON. (JANUARY 13, 2016)
O PESSOAL É POLÍTICO: UM BEBÊ NA SESSÃO DA CONSTITUIÇÃO DAS CORTES GERAIS. O TRATAMENTO TELEVISIVO DO CASO DE CAROLINA BESCANSA E SEU FILHO. (13 DE JANEIRO DE 2016)
Asunción Bernárdez Rodal1 Profesora Titular de la Universidad Complutense de Madrid de Comunicación y Género, Semiótica de los Medios de Masas y Teoría de la Información, asignaturas que imparte en la Facultad de Ciencias de la Información. Doctora en Periodismo y Licenciada en Filología Hispánica, en la actualidad dirige el Instituto de Investigaciones Feministas de la Universidad Complutense. Ha sido coordinadora del Programa de Doctorado en Estudios Feministas y de Género. Ha formado parte de la comisión de expert@s para la violencia de género en los medios de comunicación del Ministerio de Igualdad. Realiza trabajos de investigación en torno a los análisis de los discursos de género tanto textuales como audiovisuales. En el año 2015 ha publicado el libro Mujeres en medio(s): Propuestas para analizar la comunicación masiva con perspectiva de género en la Editorial Fundamentos de Madrid. https://orcid.org/0000-0003-4081-0035
Marta Serrano Fuertes2
1Universidad Complutense. España
2Licenciada en Comunicación Audiovisual. España
RESUMEN
En este artículo se analiza el papel que tienen los informativos televisivos en la construcción de la imagen de las mujeres en política. En concreto se trata el tema de Carolina Bescansa que acudió al Congreso de los Diputados con su bebé el día en que se constituían las Cortes el 13 de enero de 2016. El texto realiza un análisis de cómo se dio la noticia en las distintas cadenas televisivas generalistas en España: qué representantes de los partidos políticos intervinieron, cuánto tiempo se les dio la palabra, y cuál fue sobre todo el argumentario utilizado por los participantes sobre todo para descalificar la decisión de Bescansa. Este caso es un ejemplo no sólo de cómo las mujeres pueden ser descalificadas en la vida política por cuestiones privadas, sino también de cómo la maternidad y los cuidados son un tema a debate en nuestras sociedades. Un ejemplo que puede llevar a una eventual y necesaria discusión sobre la necesidad de replantear algunos aspectos de lo considerado aceptado y aceptable en sociedad: tanto en la palestra de los políticos como en la grada de los críticos. Puesto que ambos espacios, en cumplimiento de la norma democrática, se están abriendo cada vez más a un número creciente de personas, clases y trasfondos.
PALABRAS CLAVE: Televisión, Comunicación Política, Mujeres, Maternidad, Parlamentarismo, Política española
ABSTRACT
This paper analyzes the role of television news in the construction of the image of women in politics. Specifically, the issue is Carolina Bescansa, who came to the Congress with her baby on the day that the Spanish Parliament was constituted on January 13, 2016. The text analyzes how the news broke in the different generalist television channels in Spain: what representatives of the political parties intervened, how much time they were given the floor, and what was especially the argument used by the participants mainly to disqualify the decision of Bescansa. This case is an example not only of how women can be disqualified in politics for private matters, but also of how motherhood and caring are a subject for debate in our societies. An example that might drive towards a needed discussion over the re-thinking of what is accepted and acceptable in our society: both in the politician’s sceneario and in the critic’s grandtands. Because both spaces, complying with the democratic rule, are opening more and more to an increasing number of people, classes and backgrounds.
KEYWORDS: Television, Polítical Comunication, Women, Motherhood, Parlamentarism, Politic Spanish
RESUME
Neste artigo se analisa o papel que tem os informativos televisivos na construção da imagem das mulheres na política. Em concreto se trata do tema de Carolina Bescansa que acudiu ao Congresso dos Deputados com seu bebê no dia 13 de janeiro de 2016, quando constituíam o Congresso. O texto realiza uma analises de como noticiaram nos distintos canais televisivos generalistas na Espanha: quais representantes dos partidos políticos interviram, quanto tempo tiveram a palavra, e qual foi o argumento utilizado pelos participantes, sobre tudo, para desqualificar a decisão de Bescansa. Este caso é um exemplo não só de como as mulheres podem ser desqualificadas na vida política por questões privadas, se não também de como a maternidade e os cuidados são um tema de debate em nossas sociedades.
PALAVRAS CHAVE: Televisão, Comunicação política, Mulheres, Maternidade, Parlamentarismo, Política espanhola
Recibido: 15/010/2017
Aceptado: 30/11/2017
Publicado: 15/03/2018
Correspondencia: Asunción Bernárdez Rodal. asbernar@ucm.es
Marta Serrano Fuertes. martaserranofuertes@gmail.com
Cómo citar el artículo
Bernárdez Rodal, A., Serrano Fuertes, M. (2018). Lo personal es político: un bebé en la sesión de constitución de las cortes generales. El tratamiento televisivo del caso de Carolina Bescansa y su hijo. (13 de enero de 2016). [The personal is political: a baby in the session of constitution of the general courts. The television treatment of the case of Carolina Bescansa and her son. (January 13, 2016)].
Vivat Academia, Revista de comunicación, nº 142, 79-95
doi: http://doi.org/10.15178/va.2018.142.79-96
Recuperado de http://www.vivatacademia.net/index.php/vivat/article/view/1086
1. INTRODUCCIÓN
Las mujeres están infrarrepresentadas en el contexto político. En la actualidad, sólo 12 son Presidentas de Gobierno o Primeras Ministras en todos los países del mundo, y las representantes electas en los Parlamentos están hoy en día en un 20% en el contexto mundial. En España en la actualidad 138 escaños están ocupados por mujeres de los 350 que componen en Congreso. (Datos aportados en el Informe global de la brecha de género elaborado por The Word Economic Forum). Pero la escasa representación femenina en parlamentos y gobiernos no es el único problema que afecta a las mujeres como sujetos políticos en las sociedades democráticas.
Otra cuestión importante es que la imagen pública de las políticas suele ser maltratada por el hecho de ser mujeres. Hablar de su aspecto, de la edad que tienen, de sus relaciones familiares o amorosas, suele tener como consecuencia la devaluación de sus tareas públicas, ya que se alude así a ellas para “arrastrarlas” al terreno de lo privado en la representación (Bernárdez, 2010; Padilla, 2017; D’Elia, 2013), y ya sabemos que lo privado es siempre un territorio devaluado respecto a lo público (Agra, 2006). Las mujeres dejan de ser así “sujetos políticos” para ser “mujeres”, marcadas por su condición sexual y la adscripción estereotipada de los géneros. Una de las consecuencias de esto es que el poder que ostentan aparece siempre como un “poder delegado” por alguna instancia masculina (Valcárcel, 1997; Cobo, 2004)
Por último, a ellas se les exige que gobiernen de acuerdo a una serie de tópicos y modelos de lo que se considera socialmente que deben ser las mujeres, es decir “deben gobernar como mujeres”. De ellas se espera que, por ejemplo, se interesen especialmente por las cuestiones sociales, que sean empáticas, poco agresivas y amables en sus intervenciones. Para las mujeres es positivo mantener un “estilo retórico femenino” (Sheeler, K. H y Anderson, K. V. 2016) de acuerdo a cinco rasgos precisos: 1.- Basar los juicios políticos en experiencias vividas concretas. 2.- Poner en valor las capacidades relacionales de los seres humanos y gobernar de forma inclusiva. 3.- Valorar en los cargos públicos la capacidad de “hacer cosas” y empoderar a los demás. 4.- Acercarse a la formación política de forma holística 5.- Interesarse por llevar a la arena pública las cuestiones de las mujeres. El estilo retórico femenino, no sólo puede ser asumido por las mujeres, sino también por los hombres, y por esto pueden aparecer en ambos (Turska-Kawa & Olszanecka-Marmola, 2016) Sin embargo, no está claro que este estilo retórico favorezca a las mujeres en política (Menks and Domke, 2016), ya que es fácil que sufran de “doble vínculo” (Bateson, 1985) en el sentido de que “hagan lo que hagan, su comportamiento resulta inadecuado” (Bernárdez, 2010), y que consistiría en lo siguiente: una mujer que se comporte de forma poco femenina, será penalizada porque no resulta del todo creíble, pero las que no asumen el estilo femenino, también lo son por el hecho de no ser femeninas.
1.1. Contexto del parlamentarismo español
El día 13 de enero de 2016 se constituyeron las Cortes Generales de la XI Legislatura española, la legislatura española más corta de la historia, como resultado de las elecciones celebradas el día 20 de diciembre de 2015. Por primera vez en la democracia española, el bipartidismo entre el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) y el Partido Popular (PP), resultó alterado por la irrupción de dos fuerzas políticas jóvenes: Ciudadanos (en realidad es una formación fundada hace 10 años) y Podemos (que había conseguido de forma “sorpresiva” una inesperada representación en las elecciones al Parlamento Europeo en el año 2014). Estas Cortes, tal como las han definido los medios de comunicación son las “más fragmentadas de la historia”.
Este parlamento se parecía muy poco a su precedente, cuando las elecciones de 2011 le habían dado la mayoría absoluta al PP con 186 escaños frente a 110 del PSOE. Los 54 restantes se los repartían entre 12 fuerzas políticas. El tercer grupo con mayor representación era Covengència i Unio con 16 escaños. El PP volvió a ser el partido con mayor representación, pero perdió 63 escaños, 40 de los cuales fueron a parar a Ciudadanos; el PSOE volvió a ser segunda fuerza, pero bajó a 90 diputados, Podemos se hizo con esos 20 escaños socialistas y otros tantos más para llegar a 69 y convertirse en la tercera fuerza del país; los 28 escaños restantes se reparten entre 6 partidos. Las elecciones de 2015 no sólo acabaron con esa mayoría absoluta del PP, sino que creó un tablero de juego con cuyas normas los partidos políticos tenían que aprender.
El nuevo Congreso de los Diputados era, además, por primera vez casi paritario ya que, 138 mujeres ocupaban un escaño, lo que suponía un 39,4% del total, rozando los estándares de igualdad (60/40). Este reparto se mantuvo igual tras las elecciones de junio. Nunca había habido tantas mujeres en nuestro panorama político como ahora, sin embargo, el poder de los partidos sigue estando en manos masculinas, ya que sus principales representantes son hombres, tanto para los partidos de la “vieja” política, como para los de la “nueva” política. La estrategia de Ciudadanos fue presentarse como un partido joven cuyo objetivo era eliminar la corrupción de las instituciones políticas, mientras defendía un plan económico ultra-liberal para España. Podemos, sin embargo, era de verdad un nuevo partido formado a partir de las movilizaciones populares conocidas como el 15-M, en las que amplios sectores sociales protestaron contra la incapacidad de la clase política para dar respuesta a la crisis económica y social iniciada en el año 2008. Para Podemos, los partidos políticos (a los que denominan “la casta”) tienen una gran responsabilidad en la gestión de esta crisis en favor de los grupos financieros, y en detrimento de los intereses de las clases más pobres.
Lo que ha pasado en España en estas y las siguientes elecciones no es un caso aislado. Por ejemplo, en Irlanda, Eslovaquia o Grecia las elecciones también arrojaron un parlamento en el que nadie sumaba suficientes escaños como para poder formar gobierno. En el caso de Grecia también un partido de izquierda hasta el momento minoritario (Syriza) y Alexis Tsipras se alzó con la victoria, consiguió llegar al gobierno, e intentó plantar cara a la Troika y sus medidas de austeridad.
2. OBJETIVOS
Este artículo tiene como objetivo fundamental, analizar el tratamiento que dieron las televisiones generalistas al hecho de que una política, Carolina Bescansa, asistiese a la sesión de investidura del Congreso con su hijo en brazos. Por un lado, vamos a analizar la forma en que entra a formar parte de la escenografía mediática la imagen de una mujer-madre, que además es la “quintaesencia” de la feminidad en un contexto tradicional de representación. Los modelos de maternidad son un terreno simbólico ampliamente debatido por la teoría feminista en los últimos años, señalando que por un lado, se idealiza, mientras que han aumentado en nuestras sociedades las dificultades para ser madres. Por ejemplo, es un hecho que en España se han reducido los índices de natalidad durante la crisis económica, o que la edad media para ser madres por primera vez esté en torno a los 32 años. Estos datos nos hablan de los problemas de las mujeres para tener hijos y acometer las tareas de cuidados.
En segundo lugar, también analizaremos cómo los medios de comunicación han convertido en espectáculo las tareas asociadas a la maternidad, exhibiendo a personajes públicos con sus múltiples hijos sin que exista un discurso crítico sobre la clase social a la que representan estas familias modélicas compuestas idealmente por cinco o más miembros. Todo esto ocurre mientras se forjaba un modelo de gran éxito en la cultura popular; el de “madre entregada” a la maternidad. El éxito de este modelo se debe a dos grupos de ideas que confluyen en una determinada práctica de la maternidad. Lo que ha ocurrido es que se han unido los discursos del feminismo cultural que aboga por la defensa de la diferencia femenina (Chodorow, 1984; Douglas, 2004), y algunos de los discursos de la ecología, que suman a la idea de que el papel más satisfactorio para las mujeres es el ser madres, la de que esa maternidad debe ejercerse de la forma más “natural” posible. Eso incluye por ejemplo, preparar los partos al margen del sistema médico convencional o alargar los períodos de lactancia. Badinter (1991) viene criticando desde hace décadas este modelo que convierte la maternidad en el “centro del destino femenino” (2011: 11), porque tiene como resultado práctico la exclusión, una vez más, de las mujeres del sistema social y el productivo.
Nuestro objetivo final es analizar cómo, en este contexto complejo de ideas y prácticas, qué ocurre cuando una política con gran presencia social y mediática como lo estaba siendo Carolina Bescansa, decide de forma personal presentarse en el Congreso con su hijo y someterse entonces al juicio que emiten los medios de comunicación y los demás grupos políticos. Su argumento fue que quiso hacer un acto reivindicativo llevando a su hijo a la sesión como recuerdo de todos los cuidados que realizan las mujeres y que no tienen visibilidad en nuestro entorno social. Aunque está fuera de nuestro trabajo, hay que decir que su argumento no fue tenido en cuenta como elemento de debate público. Se indignaron personas de derecha y de izquierda, feministas y no feministas. Se la tachó como poco de persona frívola que instrumentaliza a su hijo y poco se habló de lo que ella propuso como tema de debate: la conciliación entre la vida privada y el trabajo público.
3. METODOLOGÍA
¿Cómo trataron las cadenas generalistas “la reivindicación” de Bescansa? Para averiguarlo hemos grabado y analizado todos los informativos televisivos (11 en total) de mediodía y noche de La 1, La 2, Antena 3, Cuatro, laSexta y Telecinco. El método que hemos utilizado ha consistido en el análisis de la imagen y el análisis de la transcripción de los textos que aparecieron en cada uno de ellos. Hemos considerado el tiempo de cada pieza como relevante, analizando cuántos minutos y segundos ocupaban cada una de las intervenciones y las ideas básicas en torno a las que giraban los argumentos de cada una de ellas. Hemos clasificado los partidos que intervienen, si son hombres o mujeres a los que se les pide declaración, y los principales “tópicos” utilizados en cada uno de los argumentos. Hemos mantenido como figura principal a Carolina Bescansa, para analizar en qué momento se le pide o no declaración directa, ya que es muy importante para aquellas personas aludidas en los medios, tener o no la capacidad de poder expresarse.
4. RESULTADOS
4.1. La visualidad del poder: el contexto de la entrada de Bescansa en el Hemiciclo
Como en todos los países democráticos (Padilla, 2015), el acto de constitución de las nuevas Cortes contó con un gran interés mediático, sobre todo porque debían sentarse en sus escaños políticos y políticas que procedían del entorno de Podemos. No se trataba sólo de incorporar “nuevas caras” a la política, sino de afrontar el reto que suponía la incorporación a las más altas instituciones del Estado de una serie de personas que proponían una “nueva forma de hacer política” y que una formación de “gente común”, joven, altamente preparada, pero en cierto modo “deslegitimada” (tal como ponían de manifiesto muchos medios de comunicación) accedían al poder político, que parecía pertenecer de forma “natural” a los partidos formados después de la Transición.
En los medios de comunicación se fabrican y difunden las ideas más tópicas, pero también más comunes sobre el contexto político. En ellos no sólo se representa lo que somos, sino que “queremos ser”, y la constitución de las Cortes es uno de los actos más simbólicos de la constitución de las democracias actuales. Muestra de ello es un dato profesional: en esta ocasión se acreditaron para asistir al acto más de 500 periodistas, marcando un récord histórico que fue superado poco después, el 2 de marzo en la sesión de investidura para la que se acreditaron 800 periodistas. Todas los programas matinales de televisión de las principales cadenas de radio y televisión en España contaron con alguna conexión en directo con la Cámara Baja en la mañana del 13 de enero.
El Parlamento es lugar donde toma forma y se representa el poder político que ocupan sus partidos en el juego democrático. El lugar donde cada partido representa sus valores ideológicos a través de sus candidatos y candidatas. Es un lugar de hiper-representación, donde todo adquiere significado: con quién aparecen, a qué hora, si hablan o no con la prensa, si se detienen mucho o poco tiempo en la entrada oficial, qué ropa visten, si sonríen o no a las cámaras o compañeros… en esas ocasiones el Congreso se convierte en un lugar “densamente simbólico”. Por ejemplo, la forma en que se vistieron los cuatro líderes estuvo en correspondencia con el lugar “simbólico” que ocupa cada una de las fuerzas políticas. Para la ocasión Mariano Rajoy, líder del PP, eligió un traje de corte clásico, de color oscuro. La chaqueta abrochada, la camisa blanca y la corbata ancha de color azul. Su imagen era la de un hombre tradicional y discreto. Pedro Sánchez, del PSOE, eligió un traje de corte más moderno. Apareció con la chaqueta desabrochada, la corbata fina y de rojo brillante. Su apariencia era elegante, pero juvenil y desenfadado. Rivera de Ciudadanos, apareció vestido de forma similar a Pedro Sánchez, pero con una corbata más discreta. Y la nota disidente la puso Pablo Iglesias, que apareció como suele hacerlo en los eventos televisivos: sin chaqueta ni traje, con una camisa azul sin abrochar del todo y sin corbata. Su apariencia era la de una persona normal, en un día normal. Según aclaró más tarde, esa era precisamente su intención, porque “es hora de que esta Cámara se parezca más a nuestro país”, mostrando así que la clase política tradicional, ya no es ejemplarizante.
En esta ocasión, las cámaras buscaron los elementos “disonantes” respecto al modelo tradicional y estuvieron atentas a los “detalles” de la “escenografía” de los nuevos congresistas que portaron notas reivindicativas al evento. Juantxo López de Uralde, Rosa Martínez y Jorge Luis Ball (de la formación ecologista Equo integrada en Podemos) llegaron en bicicleta al Congreso llevando además un chaleco verde para protestar contra el calentamiento global. Pedro Arrojo llevó una bufanda con los colores del arcoíris. Los diputados de Compromís, se acercaron en son de pasodoble acompañados por una banda de música valenciana.
Y en este contexto de exhibición de diferencias y reivindicaciones, llegó Carolina Bescansa con su bebé. Además lo tuvo con ella durante toda la sesión, lo llevó a votar, le dio el pecho (como curiosidad, esta imagen es muy difícil de encontrar en Internet) y lo pasó a los brazos de sus compañeros de bancada. Los medios de comunicación convirtieron a Carolina Bescansa y a su hijo en el detalle más importante de la jornada.
Al PP, le vino muy bien la atención de la prensa sobre este hecho porque uno de sus diputados Pedro Gómez de la Serna, implicado en varios casos de corrupción, cohecho, blanqueo de capitales y organización criminal, tomaba también posesión de su cargo, pese a que el partido le había pedido su dimisión. Se esperaba que esta situación acaparase gran interés informativo, sin embargo, ningún político fue interpelado por los periodistas sobre este punto.
4.2. El Tratamiento televisivo
Hemos contado de forma exacta los tiempos y las personas que aparecen cada una de las cadenas generalistas en los informativos de mañana y noche. Los datos que hemos obtenido, son los siguientes:
En primer lugar, hemos comprobado cuántas veces aparece la protagonista de la noticia Carolina Bescansa, en relación con el resto de políticos y políticas que prestaron declaración en cada una de las cadenas.
Total de todas las intervenciones individuales
Cómputo total de intervenciones
Cantidad de personas que intervienen y postura que defienden
Intervención de los partidos que intervienen en contra y duración de sus declaraciones
Intervenciones de los partidos que se muestran a favor y duración de sus declaraciones.
Resumen la presencia o ausencia de los personajes políticos según los canales.
5. DISCUSIÓN
En total contamos con 9 personas que han opinado sobre la cuestión, además de la propia Carolina Bescansa. Pertenecen a cinco partidos diferentes: PP, PSOE, Podemos, Ciudadanos y Coalición Canaria (partido que apoya al PP). Son cinco hombres y cuatro mujeres. La única voz que aparece en todos los informativos es la de Carme Chacón, del PSOE, a la que escuchamos decir 10 veces que es “un mal ejemplo”; Fernández Díaz, del PP, califica el hecho de “lamentable” 6 veces y Ana Oramas de CC acusa a Bescansa de deseo de notoriedad 7 veces.
Jorge Fernández Díaz (PP) dijo literalmente: “A mí, instrumentalizar los niños con fines políticos me parece lamentable porque hay una magnífica guardería”. Este total se repitió 6 veces a lo largo del día: en los dos informativos de Antena 3 y Telecinco, en la segunda edición de La 1 y de Cuatro, y en La 2 Noticias. Rafael Hernando (PP) también hacía referencia a la guardería “En esta cámara hay guardería para dejar a los niños y es bueno que usen las instalaciones y vayan conociéndolas”, se emitió en los dos informativos de Cuatro y Telecinco y en la primera edición de La 1 y de laSexta Noticias. Mientras que en los informativos de Telecinco, Jesús Posada (PP) le restaba importancia diciendo: “Ha ocurrido ya en el parlamente europeo”
Ana Oramas (Coalición Canaria), dijo literalmente: “Una foto no merece la pena exponer a un niño y a un menor de edad”. Esta intervención se repitió en todos los informativos excepto en Cuatro y la Sexta. Albert Rivera (Ciudadanos) sólo apareció en los informativos de Antena 3, diciendo “cada uno concilia como puede su vida laboral y familiar. Mi hija está en el colegio.” Hemos clasificado esta declaración como positiva porque no hace una crítica directa, aunque también podríamos justificar su clasificación como negativa.
Carme Chacón (PSOE) fue la persona que más apareció en los medios, lo hizo con estas declaraciones: “Me sabe mal porque hay muchas mujeres trabajadoras en este país que no pueden hacer esto”; “…mal ejemplo, porque aquí se han hecho grandes esfuerzos para que las diputadas que no tenemos baja por maternidad podamos dar de mamar como hice yo tres meses a mi hijo, pero nadie lo vio por aquí.” Sus declaraciones fueron emitidas por todas las cadenas, al mediodía y por la noche. En este argumento late sin duda la reivindicación del Partido Socialista como el grupo político que más ha trabajado por los temas feministas. En el 2006, a instancias de la propia Chacón, la Cámara habilitó la guardería del Congreso. Da la sensación de que se desmarcaron de la actuación de Bescansa, no porque no estuvieran de acuerdo con reclamar medidas de conciliación, sino por el temor a que Podemos capitalice los esfuerzos históricos del Partido Socialista por mantener la agenda feminista del país. Para Isabel Rodríguez (PSOE) “Traerlo al hemiciclo no es cómo ni para el bebé ni para nosotras” pero también defiende “Que cada cual haga lo que quiera con sus hijos y sus hijas”. Mientras la primera edición de Cuatro y La 2 Noticas se decantaban por el primer corte, Telecinco lo hacía en sus dos informativos por el segundo. ¿Es este otro ejemplo de sesgo político?
Tania Sánchez (P’s), parece incidir no tanto en la liberación de las mujeres, como en la liberación de los modelos de maternidad: “Este es el modelo de Carolina y hay que apoyar la libertad de las mujeres a ejercer la maternidad como quieran. Me parece que es un debate que deberíamos superar”. Sus declaraciones son recogidas sólo en la primera edición de La 1 y La 2 Noticias. Según Rafa Mayoral (P’s) “Quizás haya debates que se tengan que dar, ¿no?” “Yo creo que hay que verlo con naturalidad, ¿no? Ojalá fuera algo que… en el Parlamento Europeo es algo habitual, sin problemas” como recogieron los informativos de mediodía de Cuatro y Telecinco.
Los personajes y los tiempos de estas declaraciones suponen un sesgo en sí mismo, porque la propia Carolina Bescansa aparece muy poco, teniendo en cuenta que es el sujeto fundamental del acontecimiento. Sin embargo en más de la mitad de los informativos del mediodía no se ofrecen sus declaraciones. En Telecinco aparece sólo diciendo: “un momentito, un momentito”, como si no tuviera nada que decir al respecto. En Antena3 declara: “creo que lo que tenemos que hacer es visibilizar a la gente que en este país cuida de los demás. Son millones de personas las que todos los días cuidan niños, cuidan ancianos, cuidan enfermos…”; por la noche en Cuatro: “creo que es hora de visibilizar lo que hay en la calle dentro de las instituciones. Creo que es hora de que esta cámara se parezca más a nuestro país”; y en Telecinco: “si una mamá tiene que criar a un bebé tiene que ir con él a todas partes, no hay mucha más alternativa”
Por la noche Telecinco y La 2 emitieron la siguiente declaración, que se tomó a las puertas del Congreso: “dice mucho de este país que venir con un bebé lactante al Congreso de los Diputados se convierta en un noticia, eso significa que hay que visibilizar mucho más el trabajo de las mujeres que criamos a nuestros hijos.”
El sesgo de género está en la ausencia de la voz de la protagonista en la mitad de los informativos, pero también en el hecho de que se le pidan las declaraciones fuera del recinto del Congreso, lo que parece deslegitimar su intervención convirtiéndola en “gente común”. Aunque sí pudimos escuchar el mensaje de Bescansa lo hicimos con menos contundencia que las respuestas que recibió. Y mientras ella y sus compañeros de formación dirigen su discurso hacia la reivindicación: modelos de maternidad, libertad, conciliación, visibilizar cuidados…; el resto lo hace hacia la crítica: mal ejemplo, lamentable, figurar, guardería… Desde los diferentes informativos no se ha querido leer que era un acto reivindicativo, ninguna cadena ha aceptado su argumento y no se ha reconocido la naturaleza de su performance.
Es un fracaso de acción. Ni los medios ni los parlamentarios aceptan el desafío. Entre los políticos no se genera el debate buscado, no se habla de conciliación si no que se mantienen posiciones partidistas. Mientras que los medios de comunicación no aprovechan la ocasión para tratar la conciliación o incluir la perspectiva de género, lo limitan a una pelea entre partidos.
Existe sesgo de género en los informativos españoles como demuestra este caso porque, por un lado podemos ver cómo, una vez, los temas de género son banalizados por la prensa, son tratados de manera anecdótica. No es una cosa de “todos”, es una cosa de “estas”.
Por otro lado, los conflictos políticos se convierten enseguida en guerras mediáticas. Parecía que con la aparición de los partidos emergentes la política se había llenado de contenido, que era algo más cercano a la gente, pero acontecimientos de este tipo nos llevan de nuevo al viejo escenario donde la política es mera representación y se busca el golpe de efecto.
Es paradójico el poder que sigue teniendo la televisión, en la era de las redes sociales, a la hora de construir la imagen que tienen los partidos políticos frente a la ciudadanía. La televisión condensa la vida pública en imágenes y gestos expresados en pocos segundos, es un medio “espectacular”. En la política actual, tanto el reporterismo como los platós de televisión se han convertido en piezas fundamentales de la opinión pública. La irrupción de un grupo como Podemos en las instituciones ha alterado la forma de hablar y representar a los partidos en este país. Si los y las integrantes de Podemos han exhibido un marchamo de “gente común”, algunos medios de comunicación han aprovechado ese viso para tratar a muchos de sus representantes como susceptibles de ser devaluados por cuestiones personales. Lo que ocurre es que los políticos pasan a ser tratados como siempre han sido tratadas las mujeres: comentando la ropa que llevan, las relaciones personales que mantienen entre ellos, los datos sobre los entornos familiares a los que pertenecen, etcétera. En el caso de Carolina Bescansa, es además el estereotipo de la mujer-madre a la que se le puede criticar por el peor pecado maternal: utilizar a sus hijos para conseguir objetivos espurios, como es en este caso conseguir la atención de las cámaras.
Esta acción de Bescansa, coloca las reivindicaciones de cierta parte del feminismo en una contradicción. Por un lado, es volver una vez más a la imagen de la mujer asociada a la maternidad y los cuidados, abnegada y dispuesta, la mujer volviendo a la esfera privada; pero por otro lado es llevar a escena de la manera más literal posible la frase con la que titulamos este capítulo “lo personal es político” porque ¿qué puede es más personal que la maternidad y más político que el Parlamento?
REFERENCIAS
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