10.15178/va.2018.145.41-60
INVESTIGACIÓN

LA MUERTE DEL ENEMIGO COMO ESPECTÁCULO: EL BOMBARDEO A ALIAS “MONOJOJOY” A TRAVÉS DEL TELENOTICIERO RCN-COLOMBIA

THE DEATH OF THE ENEMY AS SPECTACLE: THE BOMBING OF ALIAS “MONOJOJOY” THROUGH THE RCN-COLOMBIA NEWS TELEVISION

A MORTE DO INIMIGO COMO ESPETÁCULO: O BOMBARDEIO Á “MONO JOJOY” ATRAVÉS DO TELEJORNALISMO RCN – COLOMBIA

Andres-Fernando Orozco-Macias1 Investigador del grupo “Historia, Trabajo, Sociedad y Cultura” de la Universidad Nacional de Colombia sede Medellín, con categoría de investigación A1 en la clasificación de Colciencias, Historiador y Magister en Estudios Políticos con foco de estudio en comunicación política

1Universidad Nacional de Colombia. Colombia

RESUMEN
Investigación cualitativa e interdisciplinar con un análisis de contenido, que toma como foco la transmisión noticiosa de los abatimientos a los líderes guerrilleros, puntualmente ¿De qué modo interpretativo-conceptual el noticiero del canal RCN televisión emitió la primicia de la muerte de Víctor Julio Suárez Rojas alias “Monojojoy”? Esto analizado en el marco de los 50 años de conflicto armado en Colombia entre las FARC-EP y los dos últimos gobiernos: Álvaro Uribe Vélez y Juan Manuel Santos. La importancia de destacar estos dos mandatarios es que Uribe Vélez impulso la Política de Seguridad Democrática que tuvo como foco el incremento de la fuerza pública para la eliminación definitiva de las organizaciones insurgentes. Esta pregunta y el breve antecedente mencionado, permitió desarrollar dos momentos analíticos: el primero, es la construcción de los enemigos del Estado a través de los discursos del telenoticiero de RCN; y la segunda, la dinámica conexión política entre los telenoticieros colombianos y las políticas de Estado como fuente discursiva para interpretar el conflicto armado.

PALABRAS CLAVE: Telenoticias; RCN; enemigos; Monojojoy; construcción mediática; FARC-EP; Juan Manuel Santos

ABSTRACT
Investigation of order qualitative and interdisciplinary with a content analysis, is part of a broad inquiry into the news broadcast of depletion to leading guerrillas and their transmission through the Colombian telenoticieros, promptly in this article intends to investigate do interpretative-conceptual how the RCN news television issued the scoop of the abatement of Víctor Julio Suárez Rojas alias “Monojojoy”? This analysed in the context of 50 years of armed conflict in Colombia between FARC-EP and the last two Governments: Álvaro Uribe Vélez and Juan Manuel Santos. The importance of highlighting these two leaders is due to that Uribe Vélez impulse the democratic security policy that had as its focus the increase of the security forces for the eventual elimination of the insurgent organizations. This question and mentioned a brief history allowed to develop two analytical moments: the first is the construction of the enemies of the State through the speeches of the station of RCN; and the second, the dynamic political connection between the Colombian telenoticieros and State policies as discursive source for interpreting the armed conflict.

KEY WORDS: Telenoticias; RCN; enemies; Monojojoy; construction; media; FARC-EP; Juan Manuel Santos

RESUME
A investigação qualitativa e interdisciplinar com uma analises de conteúdo, que enfoca a transmissão noticiosa dos abatimentos aos líderes guerrilheiros, pontualmente. De que modo interpretativo conceitual o telejornalismo do canal RCN televisão emitiu em primeira mão a morte de Victor Júlio Soares Rojas “Mono Jojoy”? Isto analisado no contexto dos 50 anos de conflito armado na Colômbia entre as FARC-EP e os dois últimos governos: Álvaro Uribe Vélez e Juan Manuel Santos. A importância de destacar esses dois mandatários é que Uribe Vélez impulsou a Política de Segurança Democrática que teve como foco o incremento da força pública para a eliminação definitiva das organizações insurgentes. Esta pergunta e o breve antecedente mencionado, permitiu desenvolver dois momentos analíticos: o primeiro, é a construção dos inimigos do Estado através dos discursos do telejornalismo da RCN; e a segunda, a dinâmica conexão política entre os telejornalismos colombianos e as políticas do Estado como fonte discursiva para interpretar o conflito armado.

PALAVRAS CHAVE: Telejornalismo; RCN; Inimigos; Mono Jojoy; FARC-EP; Juan Manuel Santos.

Correspondencia
Andres Fernando Orozco Macias: Universidad Nacional de Colombia. Colombia
https://orcid.org/0000-0001-6778-1153
Andresorozco08@gmail.com

Recibido: 04/06/2018
Aceptado: 25/07/2018

Cómo citar el artículo
Orozco Macias, A. (2018). La muerte del enemigo como espectáculo: el bombardeo a alias “Monojojoy” a través del telenoticiero RCN-Colombia. [The death of the enemy as spectacle: the bombing of alias “monojojoy” through the RCN-Colombia news television] Vivat Academia, Revista de Comunicación, 145, 41-60 http://doi.org/10.15178/va.2018.145.41-60. Recuperado de http://www.vivatacademia.net/index.php/vivat/article/view/1089

1. INTRODUCCIÓN

Con el desarrollo del conflicto armado colombiano entre las FARC-EP y los gobiernos de Álvaro Uribe Vélez y Juan Manuel Santos, el telenoticiero RCN jugó un papel protagónico en el cubrimiento de diferentes acontecimientos, desde los atentados terroristas cometidos por esta organización, hasta el abatimiento a los líderes guerrilleros. La aparición de la Política de Seguridad Democrática en el año 2003 propuso en su base discursiva la eliminación de la subversión por medio del incremento de la Fuerza Pública del Estado, esta misma definió los parámetros conceptuales para justificar la eliminación de los enemigos del Estado; en este punto, medios televisivos como RCN jugaron un papel crucial en la emisión y construcción selectiva de acontecimientos puntuales que señalaron quienes eran los violentos en el marco de la Seguridad Democrática.
Complementando lo anterior, la construcción de un enemigo mediático implicó la emisión de una serie acciones que se calificaron como perjudiciales o violentas, pero este caso de estudio no se focaliza en la acumulación discursiva de esas acciones, sino, en la transmisión del abatimiento de uno de los jefes guerrilleros: el Monojojoy. A través de la primicia noticiosa del telenoticiero RCN, se reconstruye una caracterización negativa del abatido que en si misma justifica y recuerda a los televidentes la necesidad de su ejecución debelando el enlace entre medios de comunicación y política, de igual manera la conexión entre los discursos y conceptos de las políticas de Estado y la interpretación de los hechos a través del telenoticiero. Concretamente, se analizaron los conceptos utilizados por el presentador de la emisión de las 8:00 am del 22 de septiembre de 2010 para demarcar las dimensiones en el discurso a partir de la justificación de su abatida que legitima el poder político.
Se identificaron dos momentos analíticos importantes, la caracterización de los enemigos políticos a través de un constructivismo metodológico y la aparición de líderes políticos (Juan Manuel Santos) que se legitiman a través del discurso interpretativo. Para confrontar estos dos momentos analíticos, la discusión teórica se compone de dos modelos: La construcción espectacular de los enemigos como parte de un modelo constructivo: Balandier, (1994); Murray, (1991); Camps, (2011); Debord, (1967) y Dayan & Katz, (1992); y la conexión de discursos políticos y telenoticieros para la aparición protagónica de los líderes: Bourdieu, (1997); Entman, (2004); Hoskins y O’Loughlin, (2007) y Casey, Calvert, French & Lewis, (2008).

2. OBJETIVOS

Los objetivos planteados dentro del desarrollo de la investigación están caracterizados en tres momentos:

– Identificar la relación interpretativo-conceptual entre el telenoticiero RCN y la Política de Seguridad Democrática.
– Analizar la caracterización constructiva del Monojojoy como enemigo a través del telenoticiero RCN.
– Observar el surgimiento de Juan Manuel Santos como líder ante la construcción y eliminación del enemigo.

3. METODOLOGÍA

Para desarrollar la propuesta se eligió el estudio de un caso puntual de abatidos de la guerrilla de las FARC: el del Monojojoy y su emisión a través de las telenoticias de RCN-Colombia como un punto concreto para conocer procesos de subjetivación a través del formato noticioso de este canal elegido, de igual manera, su relación con los conceptos generales de la Política de Seguridad Democrática.
La investigación no generaliza otros canales productores de telenoticias, ni realiza un análisis comparativo entre noticieros para evitar procesos de saturación y repetición en el análisis de resultados, por esta razón, se consideró pertinente realizar un estudio de caso con un solo canal de telenoticias para lograr un marco interpretativo y constructivo-epistemológico que nos ayude a comprender el accionar mismo del discurso de las telenoticias. Con base en esto, se resalta que los conceptos usados en las Políticas de la Seguridad Democrática se adaptan al discurso de la muerte del guerrillero transmitida a través de la noticia de “Último Momento” del telenoticiero de RCN, de este modo explicar y comprender el interaccionismo simbólico entre telenoticia y política.
Para poder conseguir el análisis se tomó la emisión de “Último Momento” de las telenoticias de RCN de la emisión de las 8:00 am del día 22 de septiembre de 2010 que tuvo una duración de 5 minutos.
El análisis de esta emisión se dividió en dos momentos que fueron puestos en un cuadro de clasificación y división del discurso que está referenciado en letras y colores. De la letra [A] a la [C] de color amarillo, fueron los fragmentos que representaron los procesos de construcción y caracterización del enemigo en lo que se denominó la construcción espectacular del enemigo; en la segunda parte del cuadro que va de la letra [D] a la [E] y representado por el color verde, permite los análisis del discurso en los que se dan los usos de los líderes políticos para los procesos de legitimación del poder y la justificación moral para hacer valida su acción ante los televidentes, es en esta parte donde el análisis de contenido tiene su relevancia a través de los usos ambiguos y diversos de los conceptos que construyen la “realidad” del acontecimiento.
En este proceso se identificaron cuatro conceptos básicos: “baja”, “violento”, “acabar” y “gran noticia”, estos permitieron comprenderse desde el constructivismo epistemológico que se refuerza con teóricos como Murray (1991) y Entman (2004), que permiten vislumbrar la relación del poder con los procesos constructivos de la visibilidad política y la alianza discursiva y conceptual entre la televisión y las Administraciones de Estado como lo veremos más adelante con el modelo de Entman (2004). Finalmente, esos cuatro conceptos están correlacionados tanto con la construcción de los enemigos (“baja” y “violento”), como con el uso de los lideres (“acabar” y “gran noticia”). Es de señalar que la investigación es de corte cualitativa soportada por un análisis de contenido de acuerdo a la división del discurso mencionado anteriormente.

4. DISCUSIÓN: ESPECTÁCULO Y MUERTE

Para que la muerte sea una tragedia o una fiesta depende de la estructura discursiva de quien la mencione, Murray (1991) brinda una completa teoría de la forma en que este tipo de acontecimientos pueden impactar en una amplia esfera social; en su construcción social del espectáculo político aborda tres puntos elementales, que son:

– La construcción y los usos de los problemas sociales
– La construcción y los usos de líderes políticos
– La construcción y los usos de los enemigos políticos

Estos tres puntos son fundamentales para comprender más de cerca el discurso del telenoticiero RCN en la emisión de la muerte de alias Monojojoy. En esta emisión de telenoticias analizada en los resultados se cumplen dos de los puntos enunciados por Murray: La construcción y los usos de líderes políticos y la construcción y los usos de los enemigos políticos, estos dos momentos se cumplen de forma implícita y explicita respectivamente, pero sin duda la esfera de los usos de los problemas sociales se convierte en un mecanismo crucial para impulsar estas dos.
Uno de los indicios claves es la construcción del enemigo como problema político que hace parte de un sumario ideológico implícito de los acontecimientos emitidos en el discurso del presentador de la noticia, esto se permite porque el “lenguaje cotidiano de algunas personas que no lo reconoce en lo absoluto como ideológico, aceptan las expresiones [como] un modo en que está constituido el mundo” (Murray, 1991, p. 21), no hay un cuestionamiento ni una crítica argumentativa del televidente ante el acontecimiento presentado como noticia, se atiende a esta información y al refuerzo de sus imágenes como un deber ser por parte de las fuerzas naturales del acontecer político.
Con la aparición de un problema social y político presentado como noticia, se busca estimular una especie de intranquilidad y demanda de una solución guiada por parte del presentador que busca en la entrevista de los representantes políticos sus “opiniones” frente al hecho (Bourdieu, 1997). Para todo problema debe existir una solución como inferencia constitutiva de la publicidad, por ello, la aparición de un líder enérgico que sienta una dura posición frente al acontecimiento negativo presentado como noticia, permite elaborar una competencia contra el “mal” que es construida a través de los suceso presentados y señalados como signos de referencia de lo que no se debe hacerse en el ámbito social y político (Murray, 1991).
Para que este problema político exista y los lideres sobresalgan es ineludible conocer el “origen del mal” y enunciarlo ante la opinión pública, más que por sus líderes apunta a sus hechos para después demostrar quien o quienes fueron los autores de tal “barbarie”. Por ello los presentadores y periodistas tiene que incitar a mencionar solo una parte del acontecimiento, deben estar demarcados políticamente para no dejar dudas ni cuestionamientos sueltos a los televidentes. Como sostiene Bourdieu (1997):

Es verdad que hay una intervención política, y un control político (que se ejerce, en particular, mediante los nombramientos de los cargos dirigentes), pero también lo es que, en una época actual, de gran precariedad en el empleo y con un ejercicio de reserva de aspirantes a ingresar en las profesiones relacionadas con la radio y la televisión, la propensión al conformismo político es mucho mayor. La gente se deja llevar por una forma consciente o inconsciente de autocensura, sin que haga falta efectuar un llamado al orden (p. 19).

Bourdieu somete la visión ideológica de la televisión y en especial de los telenoticieros a las necesidades socioeconómicas del presentador (periodista), la escases en el empleo ha conllevado a que ellos se sumen a las líneas ideológicas de los políticos que patrocinan directa e indirectamente la producción, por tanto, se ha desvanecido su “imparcialidad” profesional que es la peculiaridad de los periodistas, en este orden de ideas comienza el sometimiento televisivo desde la subordinación del periodista que excluyó su capacidad crítica frente a la selección de acontecimientos y su interpretación, asumiendo la estructura de los relatos de acuerdo a las utilidades comerciales y políticas de los directores y productores de televisión (Bourdieu, 1997).
Para fortalecer esa perspectiva comercial debe hacer de la información emitida un hecho espectacular (Debord, 1967), por ello las características técnicas de la televisión facilitan la función de un emisor de información preparada y un receptor pasivo que la consume sin la oportunidad para discutir la naturaleza del incidente presentado como noticia. De acuerdo a esa evidente ventaja, el telenoticiero debe sostener su existencia en una doble dimensión, la primera, es la fidelización de la audiencia a través de la producción espectacular de la “realidad” de acuerdo a una agenda de imágenes y de noticias de “Último Momento” (Dayan & Katz, 1992; Hoskins & O’Loughlin, 2007); y la segunda, mantener su vínculo con las altas esferas del poder político para dar vigencia y legitimidad a sus interpretaciones sobre el orden social (Casey, Calvert, French & Lewis, 2008; Entman, 2004).
Aunque Guy Debord no elabora una teoría sobre la televisión, planta las bases para entender la estructura de lo que denomina la sociedad del espectáculo, en la que otorga a la imagen un papel predominante en la vida del receptor pasivo que ve en ella un autorretrato del poder que domina sobre la sociedad y sobre él; Como sustenta Debord (1967 [1995]):

Allí donde el mundo real se transforma en simples imágenes, las simples imágenes se convierten en seres reales, motivaciones eficientes de un comportamiento hipnótico. El espectáculo, como tendencia a hacer ver, por diferentes mediaciones especializadas, el mundo que no puede más ser directamente alcanzado, encuentra normalmente en la vista el sentido humano privilegiado que fue en otras épocas el tacto; el sentido más abstracto, el más susceptible de engaño, corresponde a la abstracción generalizada de la sociedad actual. Pero el espectáculo no puede ser identificado al simple ver, aún combinado con el oír. El espectáculo es lo que escapa a la actividad de los hombres, a la reconsideración y corrección de sus obras. Es lo contrario del diálogo. Donde quiera que haya representación independiente, el espectáculo se reconstituye (1967, Apdo. 18, p. 13).

La televisión y el suceso de imágenes dan paso a la construcción de historias y personajes que se integran a los órdenes discursivos de una noticia, que apuntan a través del espectáculo a producir efectos de realidad política (Debord, 1967 [1995]; Murray, 1991), como mencionaba Debord: «el espectáculo es lo que escapa a la actividad de los hombres», donde una parte del mundo se representa como el mundo mismo y toma una relevancia trascendental por encima de los demás problemas presentes en la sociedad misma, por ello es necesaria hacer de estos eventos algo espectacular para que el margen de audiencia se amplié al máximo. En el modelo de Daniel Dayan y Elihu Katz (1992) se desarrolla el concepto de Evento Mediático que asume toda la producción audiovisual de la televisión como un espectáculo que asume la totalidad de la estructura social, donde el sujeto desconoce su realidad y asume como verídica la de la televisión y sus diferentes eventos mediáticos:

Shades of political spectacle Are media events, then, electronic incamations of the stages eventd of revolutionary regimes and latter-day version of the mass rallies of fascism? We trhink not, even if they might seem to be, it is true thet media events find society in a vulnerable state as fat as indoctrination is concerned: divided into nuclear cells of family and Friends, disconected from the institutions of work and voluntary association, eyes and ears focused on the monopolistic message of the center, hearts prepared with room. This is reminiscent, mutatis mutandis, of the social structure of a disaster that strikes at night, or of a brainwashing regimen. The threshold of suggestbility is at its lowest the more isolated the individual is from others, the more accessible he or she is to the media, the more dependent the person is, the more the power to reward conformity or punish deviation is in the hands of the Communicator (Dayan & Katz, 1992, p. 18).

Dayan y Katz destacan que la producción de noticias es una parte del espectáculo de masas, los cuales se vivencian en tres momentos: concurso, conquista y coronación, estos son resaltados como las visiones festivas de la televisión y tiene un impacto directo en la generación de información como ceremonial público de creencias colectivas y de legitimación política de la unificación nacional, para estos autores, los acontecimientos televisivos son ritos eventuales que unifican la visión política y social de los acontecimientos sin necesidad que estos sean estructurales en la vida de la nación, permiten compartir la misma interpretación colectiva, por ello más que una emisión es un ceremonial (Dayan & Katz, 1992). Por lo anterior, las noticias conocidas como de “Último Momento” focalizan el punto de atención hacia aquello que se considera de interés nacional, que sobrepasa todos los demás focos sociales y políticos e impone una lógica que parece trascendental e histórica, pero que se adapta a las lógicas de la eventualidad manifiesta en los intereses políticos (Dayan & Katz, 1992; Hoskins & O’Loughlin, 2007).
La televisión tiene la tarea de brindar atención a lo que se considera inesperado dentro de la agenda tradicional de los noticieros, cuando irrumpe una noticia de “Último Momento” como la muerte de un líder terrorista u otro acontecimiento coyuntural, renueva la agenda televisiva, contextualizando los ceremoniales y crea nuevos espacios teatrales en la pantalla (Balandier, 1994; Dayan & Katz, 1992 ), estos ceremoniales son los mismos procesos emotivos de los televidentes quienes ven a través de la presentación de la “justicia” o la “injusticia” formas de alegrarse o compadecerse de los sucesos presentados como imágenes en el telenoticiero (Camps, 2011).
La telenoticia de “Último Momento” se presenta como uno de los eventos sustanciales de los telenoticieros porque mantiene viva la existencia misma de la telenoticia, produce novedad espectacular, conmueve emotivamente a los televidentes y esperan un desenlace provechoso de la noticia que los haga creer en los poderes políticos y en la democracia (Dayan & Katz, 1992; Entman, 2004). Para Hoskins y O’Loughlin (2007) la noticias de “Último Momento” evocan respuestas más inmediatas de audiencia, la presentación de noticias con referencia al terrorismo y amenazas ilimitadas de personas y organizaciones armadas llevan de una forma directa a alienar a los televidentes porque genera inseguridad y, por tanto, quedan a la espera del desenlace, mostrando toda clase de crueldades, pero al mismo tiempo dan soluciones alternativas a lo que presenta, genera el veneno y el antídoto:

Television news achieves this disruption and resolution chiefly through its economy of liveness. Time is the driving organisational principle of television news, and to understand the relationship between television and the matters upon which it reports, the temporalities of the medium need to be fully explored. One aspect of this principle is the medium’s capacity to impose a temporal ordering on events so that they mirror the continuities of what can be described as every day or ‘clocktime’. For audiences, it might be suggested, the threat of terror events raised by television news needs to be neutralised to ensure the security of continued viewing, and the regularity or ‘flow’ of television news offers, paradoxically, a reassurance (Hoskins y O’Loughlin, 2007, p. 24)

Esta seguridad-tiempo originada en las telenoticias da procesos de legitimación política frente a acontecimiento como el terrorismo o las catástrofes naturales, la reproducción de la información apunta a objetivos simbólicos que se incorporan en el discurso y que a su vez enlaza con enunciados que producen resultados políticos, a definir los problemas de tal manera que las soluciones sean legítimas, por consecuencia, la inmediatez e importancia de una noticia se constituye como proceso prioritario dentro del orden discursivo de las telenoticias, estas noticias son anclajes políticos que se refuerzan con los comentaristas ‘expertos’ que retransmiten conceptos como terrorismo, amenaza, seguridad etc. (Hoskins y O’Loughlin, 2007), marcando soluciones políticas a través de la creación implícita de líderes y del poder político vigente.
Los medios de comunicación, en especial la televisión es para algunos teóricos la principal herramienta para la expansión de sus políticas de Estado (Entman, 2004; Thompson, 2001), concibiendo que su alianza es esencial para la construcción misma de la visibilidad del poder donde también se genera un juego para resaltar valores y legitimidades ante sus contrincantes u opositores, que usan a los actores ilegítimos para vincular y así lograr mayor legitimidad ante los televidentes.

Con el desarrollo de la imprenta y los demás medios, sin embargo, los dirigentes políticos empezaron a disfrutar cada vez más de un tipo de publicidad independiente de su comparecencia física ante una audiencia reunida. Los gobernantes no solo usaron los nuevos medios de comunicación como un vehículo para promulgar sus decretos oficiales, sino también como un medio para fabricar una imagen propia capaz de ser transmitida a otras personas situadas en lugares alejados (Thompson, 2001, p. 64).

La imagen de sí mismos se sostiene con la promulgación constante de hacer que sus leyes sean funcionales ante el público general que lo ve, que no solo funcionen en la centralidad donde se ubica la arquitectura del poder, sino también, en las zonas desiertas donde está la periferia, el ámbito rural aislado de la “pomposidad” y la seguridad.
Entman (2004) desarrolla un modelo teórico de comunicación política que funciona como una cascada, enlaza y comunica con los poderes políticos (véase el cuadro 1). La activación de los nodos para que la cascada sea funcional está compuesta de una red de información que viajan a lo largo de diferentes redes que compone su difusión a través de conceptos e imágenes en los diferentes medios. De este modo las ideas caen en cascada a partir de las primeras expresiones públicas de la Administración de Estado sobre un evento de carácter político o social. Después de las expresiones públicas, altos mandos políticos comienzan a expresar sus opiniones con respecto a la expresión primaria del jefe de Estado, estas opiniones conllevan en ese mismo orden de ideas a conversaciones entre editores y periodistas que finalmente llevan el producto preparado a la audiencia en general (Entman, 2004).

Figura 1. Modelo Cascada de Entman (2004) postulado en su texto: “Projections of Power: Framing News, Public Opinion, and U.S. Foreign Policy” Pág. 10

El proceso funcional de este mecanismo es una especie de tirón-empuje según el marco organizativo-conceptual de las opiniones de los altos mandos del Estado, que pone orden a las interpretaciones de los acontecimientos referidos, explica como un evento violento puede ser catalogado como asesinato (si favorece una acción política por parte de un poder influyente en los medios), o si se cataloga como abatimiento si de esta manera se puede victimizar a la ley o algún organismo del Estado, el desarrollo conceptual es prioritario para que el modelo sea funcional (Entman, 2004).
Si alguno de los cuadros desfallece, el modelo se ira al piso, por tanto, la información no será funcional ni para los medios noticiosos, ni para la imagen de los políticos. La retroalimentación de abajo arriba ratifica los métodos de legitimación política por parte del televidente que aprueba de manera temporal lo que presenta la telenoticia hasta que aparezca un nuevo acontecimiento que renueve su credibilidad, por ello, como parte de la credibilidad y aprobación a la “verdad” de la noticia, el periodista se inquieta por estar en el sitio del acontecimiento más que analizar la estructura de fondo del suceso (Entman, 2004).
Como refuerza Casey, Calvert, French & Lewis (2008):

The more dramatic examples of agenda-setting involve incidence of what are called ‘moral panics’. This involves an upward spiral of concern, in which increases in news coverage prompt responses from politicians and other elites (who are keen to be seen to be responsive), and the media’s coverage of this elite response creates even more media interest. When public concern begins to reflect media coverage, this ups the stakes still further, and political elites and the news media then appear to be responding to public opinion, until action is taken to ‘deal’ with the problema (p.11).

Ese «pánico moral» hace referencia, a los limites genéricos que instituyen los telenoticieros en torno a los relatos noticiosos que tienen secuencia en cada emisión, estos límites los establece el presentador no solamente en el desarrollo del suceso, sino, con la opinión y las acciones que harán los gobierno de acuerdo al acontecimiento seleccionado como noticia, esto permite a los representantes políticos hacer coincidir sus acciones con los problemas presentados en la televisión, dando fuerza al desarrollo teórico de Entman (2004) y su modelo cascada, en la que pareciera que la administración del Departamento de Estado induce a una especie de agenda pública de los temas de interés que darán fortalecimiento y legitimidad a su poder.

5. RESULTADOS

TELENOTICIEROS: ENTRE ENEMIGOS Y LIDERES

La Política de Seguridad Democrática del expresidente Álvaro Uribe Vélez emitida en el año 2003 era la política de defensa del Estado colombiano que aumentó estratégicamente los efectivos militares en todo el territorio colombiano para confrontar de manera directa a las FARC-EP, esto se tradujo en la política nacional de “la lucha contra el terrorismo” buscando consolidar el control de todo el territorio nacional (Ministerio de Defensa Nacional, 2003). El resultado de esta nueva estrategia de guerra en los más de 50 años de confrontación armada en Colombia, trajo el asesinato de líderes guerrilleros como David Santamaría alias “Rubén” en febrero del 2006; Tomás Medina Caracas, alias “El Negro Acacio” en septiembre de 2007, y en marzo de 2008 la caída de Iván Ríos alias “Manuel Jesús Muñoz” y Luis Edgar Devia, alias “Raúl Reyes”; esto demostró que la estrategia de las Fuerzas Armadas Colombianas ya no estaba únicamente focalizada en la confrontación cuerpo a cuerpo, sino en la baja por medio de bombardeos a cabecillas, esto como forma de desestructuración militar.
El inicio del mandato presidencial de Juan Manuel Santos parecía dar continuidad a los ejes principales de la Seguridad Democrática en Colombia cuando en el 2010 se produjo el asesinato por bombardeo de otro líder guerrillero: Víctor Julio Suárez Rojas más conocido con el alias de “Monojojoy”, esto parecía demarcar el camino del anterior mandatario. Lo que nos interesa resaltar tras el antecedente anterior es ¿cómo fue abordado el abatimiento del “Monojojoy” por parte del noticiero RCN televisión? Dentro de la misma política de Seguridad Democrática se declaró una política para las comunicaciones con base en las acciones del Estado, en la que enunciaban:

El manejo responsable de la información no es sólo tarea de todas las entidades del Estado. Igualmente, corresponde a los medios de comunicación, en cumplimiento del mandato constitucional, ser veraces y responsables, en especial, a la hora de divulgar información que pueda poner en peligro la vida de las personas y el desarrollo de operaciones. Cumplir con estos preceptos constitucionales es una tarea especialmente difícil en un país democrático que, como Colombia, está asediado por organizaciones terroristas. Estas no sólo atentan contra la libertad de prensa mediante la intimidación y la violencia, sino también divulgando falsa información, manipulando la opinión y sembrando confusión. El Estado promoverá y respaldará la reflexión por parte de los periodistas y de los medios acerca de cuál debe ser su papel en una democracia en peligro: si sus prácticas periodísticas respaldan los valores democráticos, qué fuentes de información legitiman y cuáles son los efectos del lenguaje que utilizan. (Ministerio de Defensa Nacional, 2003, p. 64).

De este modo, los mecanismos enunciados por Entman (2004) demuestran que los medios promueven los conceptos demarcados por la Administración de Estado para fortalecer la legitimidad de sus acciones a través de los medios como las telenoticias, esto es evidente cuando menciona: «si sus prácticas periodísticas respaldan los valores democráticos, qué fuentes de información legitiman y cuáles son los efectos del lenguaje que utilizan» (la cursiva es mía). Cuando el texto menciona el concepto de “valor democrático” demarca a los medios que la legalidad de su labor periodística esta en legitimar la promoción de las políticas de los gobiernos de turno y prohibir en la misma medida opiniones de los actores armados denominados en el marco de «terrorismo». Pero en el conflicto armado en Colombia las organizaciones paramilitares tuvieron un mayor espacio paa la participación en medios como la televisión, que de algún modo permitió discursos legitimadores de sus acciones violentas (Orozco, Barreto, Sabucedo Y López-López, 2008; Cruz, 2009).
En nuestro contexto de investigación, son las acciones militares de las Fuerzas Armadas de Colombia las que se quieren exponer como justas a través de conceptos que no denigren sus intervenciones, por ello el modelo cascada de Entman (2004) presentado en el cuadro [1], muestran como una política de Estado puede establecer conceptos para construir enemigos o aliados.

[to] explain how variations in strategy, motivation, power, and cultural congruence all affect the degree to which competing ideas spread (Entman, 2004, p. 172).

La emisión de las 8 am del telenoticiero RCN del 22 de septiembre de 2010 muestra la primicia informativa del abatimiento del Monojojoy, el mensaje de “Último Momento” venia preparado para recordar a los televidentes quien era el hombre que había sido muerto, reconstruyendo una historia que diera justificación moral al acto. El cuadro [2] divide los mensajes enunciados durante el discurso de presentación de la primicia informativa.

Tabla 2. División característica de mensaje emitidos por el telenoticiero RCN en su primicia informativa del 22 de septiembre de 2010

La tabla 2 representa dos momentos claves en la transmisión de la noticia. Siguiendo el modelo teórico de Murray (1991), el análisis noticioso presentado en el cuadro dos momentos: de la letra [A] a la [D] o los cuadros de color amarillo, evidencian los discursos en los que se produce la construcción mediática del enemigo, la justificación para su aniquilamiento y la creación de su vida a partir de la superficialidad de los hechos que fortalecen los intereses políticos. Las letras [D] y [E] o los cuadros de color verde, señalan los discursos en la producción de líderes, en la autenticación del poder actual y la legitimidad de las acciones violentas.

5.1. Construcción del enemigo

El punto [A] sin duda establece el calado conceptual establecido por la administración de estado para justificar legalmente la acción político-militar al enunciar “baja” militar y no asesinato o ejecución, el termino se establece dentro de los márgenes de la legalidad establecidos en el plan de la Seguridad Democrática (2003), un ejemplo de lo anterior, fue la aniquilación por parte de las FARC a siete militares en el Palo Cauca el 10 de octubre del 2011, ese mismo día salió en la emisión de noticias del medio día del canal RCN el exministro de Defensa Juan Carlos Pinzón anunciando: “Fueron atacados con explosivos de manera cruel en situación de indefensión y asesinados siete miembros de la fuerza pública” (emisión noticiero RCN 10/10/2011).
Si se analiza la cita anterior por parte del canal RCN, se podrá contrastar que un año antes las Fuerzas militares realizaron la misma acción, el uso de explosivos aéreos atacando a guerrilleros mientras dormían, pero si se analizan los conceptos cambian desde la cúpula del poder, donde se utiliza la palabra “cruel”, este crea sensibilidad frente al hecho, pues “el sufrimiento pone de manifiesto la miseria y la finitud. Las limitaciones de la existencia, la indefensión, la debilidad y la necesidad que todos tenemos de los demás, especialmente cuando las cosas se tuercen. En una palabra, la contingencia. El mal ajeno entristece, lleva a la conmiseración y a la misericordia, que son otros tantos nombres de la compasión” (Camps, 2011, p. 133).
Como refuerza Hoskins y O’Loughlin (2007):

Under the conditions of media renewal, however, there is the potential for an unrestrained connection to the distress of others. Audiences are subject to an array of catastrophes, conflict, and warfare, producing a glut of images of the distant suffering body. As we have suggested, this is mitigated to some extent as niche news channels and programmes disperse the terror of the world according to broadcasters’ assumptions as to the political, cultural, and moral sensitivities of those presumed to be watching. However, knowledge of the potential horrors and fears of that which has not been fully exposed being just over the horizon or available in the ether in our living rooms does constitute an everyday presence, no matter how ‘virtual’. Television news connects us with these daily terrors even and perhaps especially when it does not fully reveal them to us, i.e. in attempts at containment (p.130).

Crear sensibilidad a través de imágenes que favorezcan acciones violentas hacia intereses políticos intervencionistas. En este mismo sentido, el exministro no usa el término de “baja”, sino de “asesinato”, el cambio conceptual parece purificar a unos muertos mientras se condena a otros, la “baja” se suma a un peón remplazable, el “asesinato” enmarca los posibles jurídicos y la humanización de una muerte “injusta” dando la aparición de la víctima.
El punto [B] hace referencia a atributos y acciones del Monojojoy, construyendo un imaginario que no se concreta en referencias argumentadas, sino en imaginarios prestablecidos que atribuye rasgos transcendentales, menciona que era uno de «los guerrilleros más radicales y violentos» y minutos más adelante menciona: «Escaso nivel académico, casi analfabeta», de acuerdo a estos señalamientos se entiende que se trata de construir un enemigo y no un adversario, “cuando un oponente es un enemigo y no un adversario, lo que concentra la atención no es el proceso sino el carácter del oponente. Los enemigos son caracterizados por un rasgo o conjunto de rasgos intrínsecos que lo signan como malos, inmorales, retorcidos o patológicos, y por lo tanto como una amenaza continua” (Murray, 1991, p. 80).
El enemigo se construye a través de su personalidad y no a través de sus ideas, pensamientos o expresiones, su existencia misma se marginaliza del marco legal a través de su caracterización de “radical y violento” atribuyendo implícitamente que no abre posibilidad al dialogo o al consenso, en esencia problematiza su existencia a través de su diferencia política, como los nazis con los judíos, por el solo hecho de existir. La caracterización que señala «casi analfabeta» quiere señalar la irracionalidad de sus acciones, destituirle el sentido político a las mismas e interponer bestialidad al antecedente de su accionar militar, donde no se demarca un objetivo político, sino una patología criminal (Murray, 1991).
En el mismo punto señala las acciones militares del Monojojoy mencionando iconos y personalidades políticas que fueron víctimas en secuestro y aniquilamiento, hechos como el secuestro de Íngrid Betancourt y los doce diputados fueron transmitidos por los telenoticieros colombianos desde el inicio hasta su desenlace final en la Operación Jaque que permitió la liberación de Betancourt así como el asesinato de los once diputado, las imágenes de Betancourt secuestrada como prueba de supervivencia emitida en noviembre de 2007 conmovieron al país por su nivel de dramatismo, este aspecto fue dramático, no únicamente porque reafirma la violencia de las instituciones, sino también porque sanciona públicamente la transgresión de las prohibiciones que la sociedad y sus poderes han declarado inviolables e inmorales (Balandier, 1994), rememorar estos hechos permitió justificar a través de imágenes e imaginarios la “justa ejecución” del líder guerrillero.
En el punto [C] no solo quiere resaltar los delitos prescritos del jefe guerrillero, sino aumentar al máximo la lista de agresiones, si se analiza esa parte del discurso, se verá que repite doblemente secuestro y finaliza con las palabras «y muchos delitos más…», en ese caso moldea un sin fin indescriptible que no ingresa en los límites de tiempo de la emisión (o eso es lo que quiere hacer ver implícitamente). Lo que se trata de fortalecer es la creencia sobre el “mal moral” (Casey, Calvert, French & Lewis, 2008) que significa alias el Monojojoy, la suma de delitos se enmarcan dentro del estereotipo de los márgenes legales y hace creer al televidente que se ha librado de un mal que, aunque no lo vivencio en cuerpo presente, si lo vivió a través del relato de imágenes, recordándole imágenes sobre secuestros y atentados, haciendo del pasado un uso político para el presente; como sostiene Hoskins y O’Loughlin (2007):

Television relies upon history and the past in reporting the present. Thanks to growing archives of footage, television can mix together images and stories from the past to instantly frame the present and indeed the future. In fact, stories from the past are increasingly stories from television’s past. The history of the medium itself can be mapped onto the events that television news has reported. Such appropriation becomes constitutive of television’s own ‘memory’. As televisión announces, ‘remember when we brought you this’, it claims authorship as if to enhance its own credibility and legitimacy as an actor in those events. Critical to these operations are ‘media templates’, the principal mechanism of instant comparison and contrast that televisión news employs to reinforce or reshape past events as well as to interpret and direct those unfolding (p. 99).

La construcción de enemigos político se nutre de antecedentes de sus acciones y características de su personalidad que se expande a partir de los condiciones políticas de los medios de comunicación, se crea así, una idea de personalidad que no permite indagar razonamientos más profundos sobre la estructura de sus acciones, la video-visibilidad de la televisión se sustenta del recorte de la imagen y de las narraciones allí presentadas, la colección de una memoria histórica selectiva y no estructural que comprendiera las causas del conflicto y las razones históricas de sus actores. Los enemigos políticos son personas que se hacen identificables a través de estereotipos de personas a las que se les pueden acusar de características o acciones perversas. “Lo que importa no es el daño, sino la atribución” (Murray, 1991, p. 100).

5.2. Aparición del líder

Como lo mencionamos anteriormente, las letras [D] y [E] son partes del discurso que dieron autenticidad al poder político vigente, dando legitimidad a las acciones militares de las Fuerzas Armadas Colombianas y proyectando el triunfo a la sociedad civil a través de la televisión. Aquí ratificamos el modelo de Entman (2004), donde la fuerza discursiva del Estado a través de informaciones oficiales comunica a los medios para que adapten el mensaje a los moldes prestablecidos por las políticas antiterroristas (Política de Seguridad Democrática) para legitimar el proyecto del poder vigente y recordar a los televidentes quienes son los enemigos (Ibíd.) En el punto [D] mencionan las palabras dicha por el presiden Juan Manuel Santos a las Fuerzas militares durante su posesión en agosto de 2010 y la presentadora lo recuerda justo para ese momento: «Hay que acabar con la violencia, hay que acabar con el terrorismo y hay acabar a los que hacen parte de los grupos guerrilleros», la analogía desde una perspectiva crítica sobre la Política de Seguridad Democrática fue acabar con la violencia a través de un mayor incremento de la violencia:

Tenemos tanta generosidad para albergar a los que desistan de la vía violenta, como firmeza para derrotar el terrorismo. Así como no desmayaremos para derrotar al último de los terroristas, los que quieran hacer la paz con el Estado colombiano tienen la oportunidad de hacerla rápidamente, acogiéndose a la política de desmovilización (Ministerio de Defensa 2003, p. 7).

En palabras más sencillas la presentadora deletreo con diferentes términos el desarrollo de la política y del mensaje del presidente Juan Manuel Santos que parecía ser el continuador y heredero de este modelo político-militar. Los medios televisivos no dudan en reafirmar constantemente las posturas políticas del poder político presidencial y en conducir emotivamente a las personas a lo que deberían sentir con respecto al enunciado de la noticia.
En el punto [E] cuando menciona «este operativo que da una noticia impresionante, una gran noticia al país», enmarca a los televidentes sobre el marco emotivo en el que deberían estar sintonizados con la alegría ante la aparición de la “justicia”, “Los sentimientos que servían para mover el comportamiento –porque la razón es importante para ello- habrá de acabar siendo movidos ellos mismos por la justicia, una justicia que necesita al Estado y a unas instituciones que obliguen a los ciudadanos a comportarse como tales y a pensar en los seres que más sufren” (Camps, 2011, p. 138).
Por ello es fundamental en ese proceso de las acciones político-militares del Estado, establecer y renovar los conceptos como “justicia” para que se adapten a las necesidades políticas de las administraciones del Estado para fortalecer su legitimidad y violencia; como refuerza Casey, Calvert, French & Lewis (2008):

Cultivation researchers have described television’s influence on political attitudes as producing what they describe as a ‘mainstreaming’ effect. Television, they argue, operates within the fairly narrow confines of a political mainstream – usually defined as such by political elites – while celebrating the value of ‘moderation’ over ‘extremism’ (p.66).

Por ello la televisión lleva a cabo el proceso de evidenciar las demarcaciones de los problemas sociales generados por los enemigos del Estado. La construcción de los enemigos es la tarea crucial de los telenoticieros, como hemos visto con el caso del Monojojoy, no se establecen análisis premeditados sobre los procesos estructurales que llevaron a ese hombre a la guerra, sino, que, se empeña en señalar sus características y acciones como funciones irracionales y apolíticas, por ello la aparición del líder es crucial en los telenoticieros, la imagen del presidente Juan Manuel Santos es la demarcación del otro costado del conflicto: la promoción y aparición de un líder, para ello la alianza con los medios de comunicación es fundamental en cuatro términos: Definir efectos y condiciones como problemáticas, identificar causas, transmitir juicios morales y Apoyar soluciones y mejoras (Entman, 2004), sin duda esas cuatro acciones alimentan la aparición de un líder que promulgue las mejoras de problemas por medio de acciones siempre y cuando este promocionado por la publicidad mediática, cuando el periodista menciona las palabras del presidente Juan Manuel santos: «Hay que acabar con la violencia» sin duda enmarca un concepto de violencia que no es la del Estado, sino la de sus enemigos, sus acciones militares quieren retransmitirse como un accionar justo que practica la violencia como forma de dominación política y territorial (Weber, 2014 [1922]). La telenoticia enmarca las acciones del Estado como un accionar necesario, pero que no la enmarca conceptualmente como violencia, aun que repite la palabra “acabar” como evidente sinónimo de borrar la existencia de la diferencia política, de eliminar los antagonismos y liquidar a todo el que hiciera parte de la organización de las FARC.
La creación de líderes, problemas y soluciones políticas esta necesariamente arraigado a los medios de comunicación, ellos son los que expanden a las zonas periféricas de la centralidad política los discursos y los conceptos traducidos en imágenes de los mandatarios, es una alianza intrínsecamente necesaria para que el modelo de cascada de Entman (2004) funcione plenamente, se usan conceptos e imágenes resonantes que demarquen las diferencias, pero sobre todo que ensalcen a los líderes políticos:

The words and images that make up the frame can be distinguished from the rest of the news by their capacity to stimulate support or opposition to the sides in a political conflict. We can measure this capacity by cultural resonance and magnitude.” Those frames that employ more culturally reso- nant terms have the greatest potential for influence. They use words and images highly salient in the culture, which is to say noticeable, understand. able, memorable, and emotionalbycharged.” Magnitude taps the prominence and repetition of the framing words and images. The more resonance and magnitude, the more likely the framing is to evoke similar thoughts and feelings in large portions of the audience (Entman, 2004, p. 6).

Para este caso, los conceptos fueron redefinidos por el presentador de RCN telenoticias en el que se permitió la construcción del enemigo, como justificación política dictaminada desde la presidencia de la república, igualmente anunció a los televidentes porque deberían sentir que estaban ante «una gran noticia para el país», porque en primer término sentó los antecedentes para recordar a los televidentes quien era el Monojojoy desde la perspectiva interpretativa de RCN, y en segundo lugar, enuncia implícitamente desde los conceptos preconcebidos de la institucionalidad y desde las políticas de Estado, quienes eran los protagonistas en esta trama noticiosa.
La propagación de Juan Manuel Santos como líder de la operación contra el enemigo, reside en la capacidad de las telenoticias para promocionarlo como estratega que resuelve los dilemas y las amenazas a la seguridad por causa de las acciones terroristas, “los lideres “fuertes” obtienen típicamente su reputación con políticas que ocasionan riesgos, sufrimientos, o muerte a una gran cantidad de personas. Si el anhelo de seguridad y protección crea a los líderes, estos hacen algo más que su parte para construir las amenazas al bienestar y que mantienen vivas aquellas aspiraciones [a través de los medios]” (Murray, 1991, p. 48). Citar las palabras del presidente en la primera información de “Último Momento” quiere demarcar su acción como un bien público mantenido por una tradición informativa de 8 años de lucha mediática contra el terrorismo, esta lucha venia demarcada por los antecedentes fijados de aniquilamientos y hechos violentos de esta guerrilla y uno de sus líderes: Víctor Julio Suárez Rojas, alias Jorge Briceño Suárez (Monojojoy).

6. CONCLUSIÓN

Aunque parecía que la propagación social de Internet desplazaría para siempre la televisión, lo que se reafirma es que este medio y su contenido noticioso está vigente como forma principal a la hora de informarse, como consecuencia, sigue siendo este el principal medio que usan los políticos para promocionar y legitimar sus políticas de Estado.
De acuerdo a su esencia técnica como medio de simple recepción pasiva de información, los formatos discursivos de las noticias sacan provecho de ello y redefinen la realidad social y política de acuerdo a los intereses acordados con los gobiernos de turno (Entman, 2004; Casey, Calvert, French & Lewis 2008) sin ser cuestionados por ningún televidente (a diferencia de internet y las redes sociales con su interacción), esto les permite seleccionar determinados acontecimientos que fortalezcan el rechazo contra los “enemigos” del gobierno y de sus políticas de Estado, al igual que resaltar de modo eficaz las acciones de los principales representantes del gobierno.
Una de las tareas cruciales de los telenoticieros es continuar fortaleciendo los problemas seleccionados como prioridad en la agenda de las Administraciones de Estado (Entman, 2004), su tarea está en ver una sola percepción del conflicto. Allí no se cuestionan porque se dio el origen del conflicto como forma mediática de impulsar demandas sociales que conlleven a los gobiernos a buscar salidas eficientes a los orígenes de los problemas, los telenoticieros toman una parte del problema y esa selección se convierten en un todo incuestionable, de este mismo modo todo atributo y caracterización negativa del enemigo, suma al constructo social del mismo (Hoskins y O’Loughlin, 2007).
La justa muerte del enemigo no merece dé explicaciones estructurales a la teleaudiencia pues perdería su matiz espectacular definido por roles morales entre los buenos y los malos (Casey, Calvert, French & Lewis 2008; Hoskins y O’Loughlin, 2007), esta caracterización es fundamental porque demarca la legitimidad misma de la violencia ejercida por el actor “bueno” y “heroico” que a través de la escena televisiva de sus discursos demuestra buscar el bien común con sus políticas que reflejan su aparente racionalización del conflicto, proyectando dinamismo entre las políticas y las acciones (Murray, 1991) allí surge la figura relevante que dictamina ordenes racionales, en nuestro caso la mención por parte del presentador de RCN de las citación constante del presidente Juan Manuel Santo como “la primera acción destacada de su gobierno”. Esta racionalización de las soluciones es evidentemente lo contrario a la irracionalidad o “analfabetismo” que mencionó el presentador cuando habló de la figura del Monojojoy.

REFERENCIAS

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